Un grito les heló la sangre.
Sin detenerse, miraron hacia atrás. Lo que vieron, los aterrorizó.
Uno de los integrantes de la partida de caza los detectó y desprendiéndose del grupo junto a un par más de esos peludos y grotescos humanoides, comenzó a perseguirlos.
Sus cuerpos bajos y rechonchos parecían volar entre la vegetación, sin embargo los jóvenes lograron mantener cierta ventaja.
Ya en la playa y a toda velocidad jalaron del bote hacía mar adentro. A bordo y remando con fuerza, vieron que los primitivos se detenían y no ingresaban al agua.
-¡Por Dios, parecen Neandertales! Gritó uno de los dos, tal vez Sofía, recordando las clases de Historia en la prepa, que tanto odiaba. No era de las chicas más populares, ya que aún no se había convertido en la hermosa mujer que era hoy día.
Pensaron que estaban a salvo, cuando uno de los perseguidores, les lanzó una piedra del tamaño de un celular, con tanta puntería que impactó en la cabeza de Joaquín, quien se desmoronó, con el cráneo destrozado. Sofía se agachó para socorrerlo e intentar reanimarlo.
Pero sus esfuerzos fueron inútiles, luego de algunos estertores, Joaquín falleció.
Un bestial grito de triunfo surgió de la garganta de los salvajes. Sofía siguió remando hasta el velero, sin dejar de repetir el nombre del joven andaluz, mientras lloraba.
5 comentarios:
Pobre Sofía ,caer en manos de semejantes mostros !! ( sin alusión personal )Beso..
Mostro... EXCELENTE!!
Julieta: caer en las manos no es nada! Sería peor si...
Gracias Sico!
Ese es el tema, el si.....
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