Justo como me gustan, una jocketta, de pelo rubio rojizo, con curvas y buenas tetas. Alcé un poco las cejas y le hice un guiño. Ella esbozó una pequeña sonrisa y se volvió hacia los libros.
Desinhibido por el brebaje (y los anteriores tragos ingeridos) me acerqué, dejando a Gorletti hablando solo sobre pejerreyes y corvinas.
Sus ojos azules como el hielo antártico recorrían una fila de libros de la colección Gredos.
Su pálido dedo índice izquierdo se detuvo en los Anales de Tácito. Sin pensar, comencé a recitar “Así inflamados y pidiendo entrar en combate los llevan a un campo abierto llamado Idistaviso…”
Se dio vuelta y me miró directo a los ojos. Me sentí un niño indefenso, atrapado en alguna pillería.
“El despliegue bárbaro ocupó el campo y el borde del bosque, solo los queruscos se situaron en las alturas.” Increíblemente, ella había continuado citando a Tácito.
Nos reímos. Y nos pusimos a charlar, olvidándonos del resto del mundo.
Como a las tres de la mañana, me dijo “Vamos.” No se pasó por mi mente discutirle. Tomamos nuestros abrigos y sin apenas despedirnos de los invitados, salimos a una noche fresca y estrellada.
Caminamos una cuadra y no resistí más. Tomándola de la cintura, la empuje a un portal y nos fundimos en un beso.
Hicimos el amor, así de parados, sin preocuparnos si alguien nos miraba.
Recién apagado mi ardor por segunda vez le pregunté su nombre.
“¿Prometes no reírte?”
“Claro.”
“Me llamo Estriga.”
“Que raro. Juraría que lo escuché antes… ¿De que origen es?”
“Es muy antiguo.”
Yo estaba llegando a un nuevo clímax cuando recordé.
Traté de asirme de su abrazo, pero su lengua había penetrado profundamente en mi garganta y sus manos se transformaron en garras que desgarraron mi piel.
Absorbió todas mis fuerzas y cuando alcancé el orgasmo, no era más que la sombra de un hombre. Caí y antes de cerrar los ojos por última vez, la contemplé, hermosa a la luz de la Luna. “Gracias”, me dijo Estriga, un súcubo, conocida ya por los romanos del siglo I.
18 comentarios:
jejeje...agradece que fue súcubo y no íncubo...
XD
Saludos Mostro, eso le pasa por galán...jajaja
Muy bueno, Mostro! Me transporto :-)
uuuuuuuuuhhhhhhhh!!!! es cierto, la noche es para andar con cuidado, sino lo màs provable es que terminemos siendo simples sombras de alguien màs jejeje... pero la tuya fue suerte... :) besos
Ufff... bukowski lo hubiese pasado bien leyendo esto!!
saludos...
Gracias por sus elógios, damas y caballeros!
Muchas gracias por deleitarnos con tu excelente imaginación. También gracias por el comentario acerca de la conferencia de Steve Jobs.
No puedo evitar preguntarme cuántas mujeres mitológicas estarán basadas en mujeres reales, de esas que te dejan secon, tirado, sin vida ;)
(típico comentario de divorciado resentido)
No Salvatore, no es imaginación, es comer demasiado a la noche!
¿Y cuantos hombres,no?
Usted tiene una virtud para la narrativa envidiable mostro. Saludos!
Ay, cashesé Don Budo....
Hola
Muy bueno!
Un Abrazo
Según la mitología celta Estriga es una bruja...bebedora de sangre.Si mal no recuerdo...
Magnífico relato.
Saludos
Gracias Ana R, vos tampoco lo haces mal, me encantó "Revés", un beso.
las estrigas son seres que se alimentan del aliento vital de las personas. Especialmente niños por que tien mayor vida por delante. Las estrigas se encarnan en ancianas mayormente para pasar desapercibidas, de hay las historias de brujas.
Perdonen si a alguien e molestado con mi correccion.
Hola maya y bienvenida a la blogosfera!
Muy pertinente tu aclaración, pero tiene más gancho una estriga sexualmente activa ;)
Besos.
10 años más tarde, y por casualidad...
Que buen relato...
10 años y por casualidad, muy buen relato...
Gracias Marco Mojica
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