En una pequeña aldea, enclavada en un hermoso valle, todos parecían muy tristes. Acertó a pasar por el lugar El Mostro, quién se hallaba paseando por dimensiones alternas.
Detuvo a una niña muy bella y muy bien dotada y de largas trenzas rubias y la interrogó:
-Bella niña de senos prominentes, ¿Porque lucen todos tan tristes en esta comarca?
-Es a causa de los ataques de un malvado dragón, extraño viajero de mirada penetrante y manos inquietas.
-¿Un drogón? ¿Porque no llaman a la cana?
-No, no, no. Un DRA-GÓN. Y por favor, quita tus manos de mis pectorales.
Viendo la oportunidad de ganar el corazón de la muchacha, El Mostro se reunió con las fuerzas vivas del poblado (alcalde, boticario, herrero, abad, etc) y les propuso un plan. Iría a hablar con el dragón, lo atraería a una trampa, ellos lo matarían, mientras los niños serían escondidos en un lugar seguro. Todo eso a cambio de una cantidad de monedas de oro y plata.
Y así lo acordaron. El Mostro se dirigió a las montañas tenebrosas donde moraba la terrible bestia.
Al anocher regresó y contoles que el dragón, no era muy listo y había caído en la trampa. Todos los hombres se dirigieron entonces al lugar acordado, blandiendo hachas, palos, guadañas, palas y horquillas.
Mientras tanto, El Mostro y los niños se escondieron en una cueva cercana. Y El Mostro prendió un fuego en la cima de una colina.
Era la señal que el dragón esperaba. Fue entonces cuando se abalanzó sobre el poblado y las indefensas mujeres que allí moraban, arrasando todo a su paso, con saña voraz.
Mientras tanto, El Mostro huyó con la bella niña de senos prominentes y largas trenzas rubias (a la que sometió a sus bajos instintos), las monedas de oro y plata. A los niños los vendió a unos traficantes de esclavos sarracenos, con lo que llenó aún más su bolsa.
Detuvo a una niña muy bella y muy bien dotada y de largas trenzas rubias y la interrogó:
-Bella niña de senos prominentes, ¿Porque lucen todos tan tristes en esta comarca?
-Es a causa de los ataques de un malvado dragón, extraño viajero de mirada penetrante y manos inquietas.
-¿Un drogón? ¿Porque no llaman a la cana?
-No, no, no. Un DRA-GÓN. Y por favor, quita tus manos de mis pectorales.
Viendo la oportunidad de ganar el corazón de la muchacha, El Mostro se reunió con las fuerzas vivas del poblado (alcalde, boticario, herrero, abad, etc) y les propuso un plan. Iría a hablar con el dragón, lo atraería a una trampa, ellos lo matarían, mientras los niños serían escondidos en un lugar seguro. Todo eso a cambio de una cantidad de monedas de oro y plata.
Y así lo acordaron. El Mostro se dirigió a las montañas tenebrosas donde moraba la terrible bestia.
Al anocher regresó y contoles que el dragón, no era muy listo y había caído en la trampa. Todos los hombres se dirigieron entonces al lugar acordado, blandiendo hachas, palos, guadañas, palas y horquillas.
Mientras tanto, El Mostro y los niños se escondieron en una cueva cercana. Y El Mostro prendió un fuego en la cima de una colina.
Era la señal que el dragón esperaba. Fue entonces cuando se abalanzó sobre el poblado y las indefensas mujeres que allí moraban, arrasando todo a su paso, con saña voraz.
Mientras tanto, El Mostro huyó con la bella niña de senos prominentes y largas trenzas rubias (a la que sometió a sus bajos instintos), las monedas de oro y plata. A los niños los vendió a unos traficantes de esclavos sarracenos, con lo que llenó aún más su bolsa.
Moraleja: Desconfía de los monstruos, porque entre ellos se entienden.
23 comentarios:
Brillante.
vine a visitarlo a su casa, porque ud. no solo asolo al barrio de la pequeñuela sino que pasó por Orleans. Ud.no lo sabe, pero si hay alguna opinion que me merece respeto en tema mundos alternos bradburyanos es la suya. Asi que si a ud. le gusto para mi es como si hubiera ganado un premio.
Gracias Nacho, es un refrito (estoy hollywoodense).
Saludos.
¡Cashate Nilda, cashate!
Bueno. Pero se conformò con poco.
Deberìa haber llevado una morocha y una pelirroja tambièn.
Bien escrito.
saludos
Gaucho, los mostros conocemos nuestras limitaciones y somos concientes de ellas. Además, con una bolsa de oro, se consiguen minitas. Para todo lo demas existe mostercard.
Saludetes.
"¿Un drogón? ¿Porque no llaman a la cana?"
Alcahuete!
Pero lo de vender a los niños estuvo culto.
Querido Acido Obscuro, muchas gracias (creo).
;)
Saludetes.
No y si, Julián. Muchas gracias.
Además de que nilda quiere tus cilios, ¿has pasado por mis blogs? Extraño tus escarpines de barba...
Y no se si con la bolsa de oro te conseguis minitas, primero tenes que ir adonde te manda mirtha legrand a vender las joyas.
No quiero cilios. Que me garpen en efectivo.
puedo hacer algo de muestra, bah, por vocacion... pero nada de cilios.Soy limpita.
¿que dice este chico Julian?? que le estoy tirando los galgos? Julian: soy una señora vieja.Ya no me acuerdo ni para que la tengo.
Por Deleuze y Maradona, nilda! Sin embargo, la relación entre la memoria y la vejez es real. No así la relación entre la vejez y las hambres, doña. Mande esas fotos de coyunturas húmedas! Mande!
coyunturas humedas? Mostro, defienda mi honra.
Arréglense entre ustedes, yo estoy como Ceratti.
Por Ferrocarril Oeste y Derrida! No confunda besos con escupidas! Lamento haberla importunado. Prefiero ir a su casa a comer scons si me permitiese. Dulces. Y con mate amargo, por favor.
Mostro (El) picarón!
la casa es grande, pero el corazon es chico.
Ya paso por Kandor, asi que vino a mi casa.
Gracias julian. Venga mostro...si no esta ofendido conmigo.
la casa es grande, pero el corazon es chico.
Ya paso por Kandor, asi que vino a mi casa.
Gracias julian. Venga mostro...si no esta ofendido conmigo.
Uh!
JAJAJAJAJ geniaal
¡Hola Desencantada!
Muchas gracias, continuá con tus delirios.
Saludetes.
pan con pan comida de tontos?
mostro con mostro comida de malosos??
Bueno, bueno, uoman al ataque!
Muy interesantes tus comentarios en los otros cuentos.
Me gusta mucho ponerme en el lugar del otro, de ahí las expresiones homofóbicas del policía. Y respecto al incesto, no me digas que no es el gran tabú!
Besos uoman!
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